Hoy me gustaría reflexionar con ustedes sobre el amor de Pareja.

Creo que hay diferentes tipos de amor: amor de amistad, amor de pareja, amor fraterno, etc. Y considero muy importante que ese amor se irradie de nuestro corazón por tener el amor de Dios dentro y amarlo a El y a nosotros mismos.

Primero hay que amar a Dios y a nosotros mismos y luego podremos amar a otros. Si nosotros tenemos un corazón herido con odio hacia el Señor, con desprecio hacia nuestra persona, como seremos capaces de amar sanamente a alguien? Si tú estás herido emocionalmente y afecta tu autoestima y quieres estar en pareja con alguien, cuidado, no te lo recomiendo, pues lo utilizarás de bastón en tu vida. Buscarás sus manifestaciones de amor y comprensión en todo momento porque tú no estás seguro de tú mismo, y eso no quiere Dios de nuestra vida. El quiere que seamos personas sanas, físicamente y emocionalmente. Por eso considero que primero habría que cuidarnos a uno mismo, la salud física y emocional, querernos y amarnos tal como somos, no exigirnos tanto, y vivir plenamente en el amor de Dios. Y cuando estemos modificando esas conductas y nos sintamos mejor, creo que es un buen momento de entablar una relación. Pues al estar bien contigo mismo, podrás tener una relación sana con el otro.

Y en el tema del noviazgo tengamos cuidado, no estemos con alguien solo por su aspecto físico. Cuidemos ciertos aspectos, que sea una persona buena, trabajadora, que tenga metas, que sea sana y que nos trate con respeto y delicadeza son características valiosas. Como asi también que comparta nuestra fe, aunque no sea en la misma medida.

Te invito a que nos unamos en oración para que Dios nos ayude a entablar una relación de pareja sana si es Su voluntad. Que podamos hacer Su voluntad y no la nuestra. Que nos proteja de toda relación insana. Que podamos vivir Su amor a través del amor de nuestra pareja, y que podamos transmitirle nuestro amor que es el amor de Dios que está en nosotros. Que no nos hagamos dependientes ni obsesionados el uno con el otro, sino que sea una relación libre de ataduras y plenamente sana. Respeto y delicadeza son la clave. Amen.

Antes de Enamorarte de alguien Enamorarte de Dios.